Este año escolar se ha demostrado que las escuelas de Miranda están activas y cumpliendo con su misión que no es otra que preparar a los niños para una mejor Venezuela, la práctica docente debe potenciarse como espacios de reflexión, donde la crítica y autocrítica se constituyan en el ejercicio cotidiano de la consciencia. Donde la acción pedagógica perneé todo el proceso educativo desde la formación como proceso inherente educativo. Desde esta óptica, la participación de la Dirección de Educación de Miranda debe trascender el protagonismo en las diferentes actividades de la consulta a la acción, a la práctica docente desde cualquiera de las funciones como docente de aula, docente directivo, todos en función del bienestar de los niños.
Que toda esa energía concentrada en el magisterio venezolano en las voces y consciencias de millones de personas que nos encontramos participando, que toda esa fuerza sea la que se materialice en la práctica, en la acción pero en la acción reflexiva y transformadora. Es decir en la praxis, en ese entramado de relaciones se hace presente según los postulados Freire acción / reflexión, para apuntar en esa praxis toda la voluntad para poder transformar la educación desde una perspectiva holística e integradora.